Leo Bartolomé y Reina Heels llegaron el 2 de enero a Las Grutas para llevar adelante dos espectáculos que combinan humor, coreografías y una puesta en escena de lujo. No es habitual que en esa localidad se le dé cabida a lo que hoy por hoy se conoce como teatro “queer” pero los artistas entrerrianos saben cómo manejar el juego, y de la mano de Pablo Millán como productor artístico llevan adelante un show que además de deslumbrar en el escenario, promueve la inclusión, la deconstrucción y la construcción de un nuevo público para un género teatral que recién se está instalando en las carteleras de algunas provincias argentinas.
Textos: Paola Netto
Leo llegó a Las Grutas de la mano del productor Martín Gómez de H4 Hundido, a quien conoció en el año 2016 llevando adelante producciones teatrales infantiles.
“Desde el 2018 estaba la idea de venir a hacer temporada acá pero por diferentes motivos no se pudo. Por suerte llegamos este año con una propuesta distinta y que genera impacto”. Reina fue convocada por Pablo Millán.
“Pablo se está encargando del soporte artístico de los dos shows. El nos dirige. Me había quedado pendiente de temporadas anteriores venir a Las Grutas, yo no conocía y me pareció brutal la idea de compartir el escenario con Leo”
El show se montó en 18 días en total. “Empezamos a reunirnos con Pablo en Paraná para empezar a montar todo lo que era la artística de los dos espectáculos, tanto “Delirio, risas y brillantes” como “Loca manía por el humor”.
“Ambos son de autoría de Pablo. Yo hago algunos cuadros míos que incorporo desde hace algún tiempo y Reina se encarga de las performances coreográficas” explica Bartolomé. Arriba del escenario están acompañados por Lucas Luongo y Gonzalo Arguello como bailarines.
“Es la primera vez que trabajamos juntas” dice Reina y la verdad es que les está yendo muy bien con el público. Esa era toda una incógnita para los artistas y para los productores.
“Acá debemos abrir camino en el transformismo. La gente no está acostumbrada. Pero lo positivo es que es un público super amplio” explica Leo, y Reina agrega que “mas allá de que ahora hagamos transformismo, la nueva generación le llama teatro “queer” entonces nos encontramos con que otras personas se acercan a nosotras desde un lugar que nosotros no tuvimos en cuenta antes. Por ejemplo, hace algunos días pasó una señora con su hijo de 7 años “en transición” y nos consultó un montón de cosas. Nos encontramos con infancias trans, gente que nos abraza, personas del mismo lugar que le gusta esta nueva forma de teatro. Aquí no es como en Paraná en donde este género está muy instalado. Al principio nos miraban raro y ese también fue un desafío para nosotras” argumenta Heels.
“Estamos viendo turistas de todo el país. Desde Jujuy, Tierra del Fuego, Neuquén, etc. Parecemos maestras de quinto grado cuando le empezamos a preguntar al público desde donde llegan y mencionan ciudades de todo el país” bromea Reina
Allí, están conviviendo desde el 2 de enero hasta el 6 de marzo próximo, situación que es habitual en el mundo del teatro cuando el equipo está de gira. “Somos como hermanas” rie Leo.
“Nos llevamos muy bien arriba y abajo del escenario. Viajamos juntas así que empezamos a conocernos allí y a generar la buena onda de cara a la temporada. Todos los días vamos recopilando anécdotas nuevas, desde que salimos a volantear hasta el último minuto del show de cada noche”
Vivir al revés
La gira supone un desgaste físico y emocional muy grande. Leo y Reina salen durante la tarde-noche a volantear y a hacer publicidad hasta la 1 de la mañana que comienza el show en el Teatro Las Grutas.
Luego del show, sólo quieren dormir y descansar para el otro día. La gira no se frena por nada. Durante esta primera quincena del año, la ocupación hotelera en Las Grutas ha sido del 100% y esto ha traído consecuencias muy positivas para el sector de espectáculos.
En los últimos shows Leo y Reina han tenido la sala llena y el corazón feliz ya que la temporada superó hasta ahora las expectativas con las que llegaron a la ciudad.
“Ya tenemos cambiado el ritmo. Hasta que llegamos a la casa donde estamos alojados se hacen las 7 de la mañana. Nos estamos levantando entre las 15 y las 16 y ya empezamos a ensayar o arreglar algunas cosas entre mates. Hemos ido muy pocas veces a la playa porque hasta ahora no hemos tenido demasiado tiempo”
Se quedan allí hasta el mes de marzo. Si alguien viaja a Río Negro, ya sabe que allí hay dos artistas con un gran trabajo e historia atrás, con un presente que los enriquece y con un futuro que promete transformar al público y renovar las carteleras para lograr un teatro más inclusivo.
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