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Destacan la labor de fiscalía en el juicio por el crimen de Viollaz

Viollaz, ingeniero químico, había sido docente universitario, investigador del Conicet, y era una referencia científica a nivel internacional. Después de la jubilación había vuelto a vivir a Villa Elisa, su ciudad natal.

 

En diciembre de 2021, un jurado de doce vecinos de Colón y de Villa Elisa condenó de manera unánime a la banda de seis personas que torturó y mató a Pascual Viollaz para robarle 50 mil dólares.

Se trató del primer juicio por jurados en la historia de Colón y Villa Elisa. Hace pocos días, se conoció una carta de la sobrina de la víctima fatal, donde elogia la labor del fiscal que actuó en el caso.

Según consignaron medios de comunicación de la costa del Uruguay, fue un juicio con ribetes dramáticos: una jurado debió ser reemplazada tras ser amenazada por la banda de asesinos. Además, días después del juicio, uno de los abogados defensores fue asesinado por sicarios. Hoy los culpables de matar a Viollaz están todos en prisión tras el veredicto unánime de culpabilidad.

La noticia de este juicio por jurados ganó las páginas de los principales diarios del país y paralizó a Colón y Villa Elisa, cuyos pobladores siguieron todo el juicio en vivo por YouTube. No sólo por la brutalidad del crimen, ni porque Viollaz tenía 80 años y vivía solo, sino porque se trataba de un destacadísimo científico argentino, referencia internacional en su especialidad.

Desde Tucumán, donde reside, una sobrina de Viollaz le envió al fiscal Alejandro Perroud una sentida carta de agradecimiento en nombre de toda la familia.

Durante el juicio, en su  exposición ante el jurado, el fiscal Perroud destacó las excepcionales cualidades de Viollaz.

“Este hombre sonriente, canoso, era Pascual Viollaz. Era una luminaria de la ciencia argentina. Era profesor titular y emérito indiscutido del Departamento de Industrias y Petróleo de la Facultad de Ingeniería de la UBA. Era ingeniero químico, en petróleo, había trabajado durante décadas en el Conicet como investigador Categoría 1, dando clases en la UBA, tenía por lo menos 60 publicaciones en revistas y libros internacionales, se había presentado en innumerables conferencias, era una referencia científica a nivel mundial, una fuente de consulta para científicos de todo el mundo. Lo teníamos aquí en Villa Elisa y muchos no lo conocíamos en esa dimensión”, describió el fiscal.

Y continuó Perroud: “Después de tantas décadas de trabajar arduamente en su ciencia volvió jubilado a Villa Elisa en 2005, y a pesar de que era un hombre que tenía muchas propiedades fruto de ese trabajo, vivía en su casa de Churruarín 440 de una manera austera, muy discreta. Cuando lo mataron, hacía una semana que había cumplido 80 años”.

En su alegato de clausura, el fiscal leyó una carta de lectores que Viollaz le había enviado a un diario de Colón en 2016, donde proponía emular el ejemplo del jurado de 500 o 1000 ciudadanos de la Antigua Grecia, en Atenas, para mejorar la democracia, la justicia, el autogobierno y salir de la demagogia.

Las palabras de Perroud trazaron un paralelismo que emocionó a los presentes: «El jurado nació, como casi todas las cosas, en la Antigua Grecia. Ayer eran 1000 o 500 jurados, llamados Heliastas que presenciaban el juicio oral y daban su veredicto. Hoy son doce, como ustedes que también deliberan y votan en secreto. Ayer los juicios se hacían en el Ágora o en la plaza pública. Hoy se hacen en salas de juicio como esta. Eran la máxima expresión de la democracia directa en la justicia, como ahora lo es el jurado de Entre Ríos”.

“Las vueltas del destino quisieron que los asesinos de Viollaz sean juzgados por ustedes, como los atenienses que tomaban en sus manos el poder de juzgar a sus pares. Ese era el sistema que Viollaz proponía para este país. Hoy, como ayer en Atenas, el Pueblo decide», finalizó el funcionario judicial.

 

El texto de la carta

 

Dr Alejandro Perroud:

Quiero agradecerle, en nombre de mi familia, su impecable actuación en el juicio llevado a cabo por el asesinato de mi tío, Pascual Viollaz. Su tenaz, eficaz e incansable investigación permitió recabar las pruebas necesarias para probar la participación de cada acusado en el hecho y permitir, de esa manera, que se hiciera justicia y se los condenara por el hecho. Eso sólo ya representa para nosotros un alivio inmenso por permitir realizar un cierre de heridas y enojo que el hecho ocasionó, aunque el dolor permanezca por la ausencia de mi tío.

Quisiera, sin embargo, resaltar que este enorme triunfo no fue sólo más que parte de sus logros. Personalmente valoro que, en todo momento, su accionar se desarrollara destacando los valores personales de mi tío y su vocación de lucha por verdades y principios mucho más grandes que él mismo. Sé que él llevaba en su corazón una constante preocupación por cambiar estructuras y mecanismos que consideraba viciados u obsoletos y de su vocación por poner eso de manifiesto y por obra, de lo cual la carta publicada en el diario El Entre Ríos, no es más que una muestra. Fue emocionante que esto formara parte de su propia defensa, como usted mismo argumentó.

También celebro que, gracias a cómo usted armó la defensa, la persona de mi tío haya brillado con fuerza en Entre Ríos, y que se hayan conocido y valorado facetas increíbles de él que, por modestia y humildad, él mismo nunca mostraba.

Conozco lo complejo y escabroso que es ser valorado en los ámbitos académicos y, aún hoy, me asombro de ver cuánto ha aportado el trabajo de mi tío a la ciencia nacional e internacional y lo valorado y respetado que aún es por sus descubrimientos y conocimientos.

En estos tiempos en los que nos cuesta, muchas veces, ver luces en nuestro país, usted ha sido un faro para nuestra familia. No sólo ha hecho su trabajo de una manera impecable, sino que puso en ello su corazón y, gracias a ello, nuestra familia puede celebrar que la justicia y la verdad triunfaron.

Muchas gracias, de corazón

 

María Clelia Viollaz

Familia Viollaz

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