Más allá del dilema en torno a si Paraná fue formada o fundada, vale la pena repasar una serie de hitos significativos cuya debida señalización podría derivar en la constitución de un circuito desde donde asomarnos a la historia de la ciudad.
Griselda De Paoli/[email protected]
La ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos no registra en sus anales un acto de fundación siguiendo las costumbres hispanas ni disposición oficial de su establecimiento.
Su origen “singular, modesto y relevante”, como dice Facundo Arce, tuvo que ver con un proceso lento e imperceptible que se inició con la llegada de los primeros pobladores al pago de la Baxada desde fines del siglo XVI. Ese proceso que se intensificó a partir del traslado de la ciudad de Santa Fe a su sitio actual, en la segunda mitad del siglo XVII. Esa situación hizo florecer un caserío que progresó lentamente bajo la dependencia de la vecina localidad, con ventajas naturales para el desembarco.
El Cabildo Eclesiástico tomó la decisión de erigir la Parroquia del Pago de la otra Banda del Paraná el 23 de octubre de 1730 indicando que se le debían entregar los “ornamentos y alhajas de la capilla que se desalojó de Rincón. “Este Acuerdo y un decreto del día 25 de octubre, según expresa el historiador Pérez Colman, constituyen los primeros actos gubernativos de las autoridades españolas para la organización del territorio que más tarde formaría el cuerpo político denominado Provincia de Entre Ríos”.
Hemos referenciado en algún otro artículo, a la profesora Amelia Galetti quien pone de relieve la “continuidad histórica de un espacio que se descubrió y dominó, se organizó y valoró en una dinámica constante de cambios y permanencias, el de Entre Ríos, el de Paraná, constituyendo un espacio geohistórico urbano cuyo tiempo se integró y ayudó a construir los otros tiempos, el de la Provincia y el de la Región y, con protagonismos insoslayables, el ir siendo de la Historia Nacional”. Creemos como ella que Paraná es una construcción de aquellos que, desafiando el origen obligado de bandos y testimonios con firma real, decidieron que éste sería su lugar para habitar.
El profesor de Historia y Geografía, Santiago Moritán, sostiene en su publicación “Paraná. Su fundación y su evolución en 218 años (1953)”, una tesis particular en torno a la cual Arias Montiel, al elegir para iniciar sus tareas como primer cura y funcionario público la fecha del 7 de octubre de 1731 la constituyó como tal. “Ese día quedó la aldeíta, fundada como pueblo”, sostiene Moritán, al argumentar que “eso es también fundar, dar principio o razón de ser a alguna cosa, quedando llenadas las condiciones para que así resultara fundado Paraná, por un ilustre ejecutor invocando el celestial patronazgo”.
Resulta más que interesante, aunque no coincidamos con su criterio, como aporte al conocimiento de nuestra ciudad, el recorrido de la argumentación que nos brinda Moritán para explicar su afirmación de que hubo una “Fundadora de Paraná” que es a la vez su Protectora.
Hay otro aporte que queremos resaltar. Moritán cierra su libro con una arenga. “Será hermoso y natural ver, en no lejano día, a la Capital de Entre Ríos marcando en sus treinta principales lugares de significación histórica, con sendas placas de blanco mármol, que indiquen y recuerden al turista o al vecino que pase, como en Florencia, la gratitud, con la que debe unirse el presente al pasado glorioso”.
Hitos urbanos
Compartimos el listado que Moritán propone como sitios de significación histórica, que bien podrían en principio estar señalizados en su totalidad y luego integrarse a los circuitos turísticos y de recorrido urbano, para que nos aproximemos a la historia de nuestra ciudad en sus distintos rincones.
«a) Bajada Grande, la primitiva Baxada del Paraná; punto al que llegó Belgrano con 600 hombres, agregando cerca de 400 en Paraná para formar el heroico ejército del Paraguay (1810); puerto de aguas profundas, de comunicación entre Santa Fe y Paraná, al que llegaron escuadrillas españolas desde 1673, así como otras, en la guerra de la Independencia y civil; allí fondeó la escuadrilla del Gral. Balcarce, portadora de artillería, para someter al Gral. Francisco Ramírez, y la de Monteverde, entregada a éste por el pacto secreto del Pilar; b) Paracao, esta región fue una de las preferidas por los Charrúas para establecer sus tolderías, teniéndolas desde antes de 1653; c) (Batalla de) Las Tunas , sobre este arroyo se definió la derrota que el Gral. Ramírez hizo sufrir al Gral. Artigas; d) Plaza de Mayo y manzana de la Catedral, ocupaba este sitio el primitivo rancherío, rodeado de empalizadas y zanjas, en que surgió Paraná; e) Dentro de la Plaza de Mayo: 1° Pronunciamiento de Mansilla, después de su traición a favor de Buenos Aires; 2° Pronunciamiento de Urquiza , contra Rosas; 3° Primer elección popular con voto libre y secreto para elegir patrono en 1825; 4° Gran desfile del Ejército Grande de Urquiza; f) Esquina calles Urquiza y Pellegrini: Primera Casa de Gobierno de Entre Ríos, que ocupó también el Gral. Ramírez; g) Sobre lado norte Plaza Mayo: Casa de Gobierno de la Confederación Argentina; sobre lado oeste: casa de Da. Gregoria Pérez de Denis; sobre lado este: casa modesta del cura Francisco Dionisio Álvarez (actual Palacio Arzobispal); ángulo Monte Caseros y 25 de mayo: hermoso palacio del Presidente Urquiza ( derribado, hoy ocupado por Correos); ángulo Monte Caseros y Urquiza; edificio del Senado Nacional (Colegio del Huerto); h) calle Corrientes entre Urquiza, desde la media cuadra a Andrés Pazos: sitio que ocupó la Cámara de Diputados de la Nación (hoy Escuela Normal); i) esquina Urquiza y Santa Fe: casa del Sr. Diego de Miranda, Jefe de posta, que albergó a Belgrano (1819) y después fue el primer Presidente de la Legislatura; j) Esquina de Corrientes y A. Pazos: manzana de los Vera y Mujica y residencia de D. José Ignacio Vera, Gobernador de Santa Fe y prohombre en Entre Ríos; k) cerca de la bajada a Puerto Viejo: lugar de la famosa escuela del Padre Castañeda; l) Parque Urquiza: La Batería; ll) San Martín y Perú, Cárcel Pública: alojó al Gral. Oribe y su Estado Mayor; al Batallón 2° Paraná y presos ilustres; m) Monte Caseros y Alem: esquina de los Portugueses, ocupada por 4 familias ilustres de ese origen, una la de Don José Álvarez, rico hacendado, padre del Deán Juan José; n) Cementerio de la Santísima Trinidad: en él descansaron los restos de Don Santiago de Liniers, Conde de Buenos Aires, y compañeros sacrificados en la tragedia de Cabeza de Tigre, hasta que España los repatrió con honores; j) Plaza Constitución (hoy Sáenz Peña): ocupada por tropas en la época revolucionaria, lugar de fusilamientos, después estacionamiento de carretas”.
Finalmente expresa el autor: “Hay más de 20 sitios conocidos donde vivieron sabios, poetas, próceres, entre ellos: el Barón Alfredo Marbais du Graty, Martín de Moussy, José Hernández, Ignacio Echagüe y Andía, Brigadier Pascual Echagüe, y otros que son dignos de ser recordados”.
Al margen
Siempre es oportuno reflexionar sobre la ciudad. El desafío en este caso ha sido enriquecer una acción conjunta llevada adelante entre EL DIARIO y la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Uader. De esta experiencia participan docentes, alumnos e invitados, con la idea de poner en valor los bienes comunes y también repasar los asuntos pendientes. Para comentarios y contribuciones, comunicarse a [email protected], [email protected] y/o [email protected].
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