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Nuevos ataques rusos dañan centrales de energía en Ucrania

Las infraestructuras energéticas de la región de Dnipro, en el centro de Ucrania, presentaban «graves» daños tras los últimos bombardeos. Más de 300 localidades seguían sin electricidad.

 

 

Rusia anunció este martes nuevos ataques de misil contra instalaciones energéticas ucranianas, situación que ha provocado múltiples problemas en la distribución de la energía y consecuentes cortes en los suministros de luz y de agua corriente, por lo que Ucrania se vio obligada a anunciar que dejará de exportar electricidad a Europa.

Las infraestructuras energéticas de la región de Dnipro, en el centro de Ucrania, presentaban «graves» daños tras los últimos bombardeos rusos perpetrados en la zona, anunció este martes el gobernador regional, Valentin Reznichenko.

«Los rusos dispararon misiles contra las infraestructuras de los distritos de Pavlogrado y de Kamian: hay graves destrucciones», indicó el funcionario, que precisó que «muchos poblados están sin electricidad».

«Un modo de ahorro total de electricidad fue implementado en la región para que hospitales, transportes y otras infraestructuras sociales importantes puedan funcionar», añadió, incitando a los habitantes a «ahorrar electricidad».

En tanto, las sirenas de alerta aérea volvieron a sonar en todo el territorio de Ucrania y la cifra de muertos ocasionados por los bombardeos rusos de trepó a 19, cinco más que la cantidad confirmada oficialmente hasta el lunes por la noche, dijeron medios locales.

Después de que el sábado una explosión destruyera parcialmente el estratégico puente de Crimea -un ataque del que Moscú acusó a Kiev-, el Gobierno de Vladimir Putin inició este lunes una intensa ola de ataques de largo alcance con misiles que cayeron en distintas ciudades de Ucrania, incluida la capital, Kiev.

Putin acusó a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión y calificó el incidente de «acto terrorista».

Si bien tanto las fuerzas armadas ucranianas y la OTAN dijeron que los ataques a distancia son una señal de fragilidad de Rusia, en el marco de un retroceso sufrido por sus tropas en el campo de batalla en los últimos dos meses, lo cierto es que los misiles de las últimas horas sumieron a ciudades enteras de Ucrania en una severa escasez de agua y luz.

Más de 300 localidades seguían este martes sin electricidad en todo el país a causa de los ataques, que alcanzaron centrales eléctricas.

En consecuencia, el Ministerio de Energía ucraniano anunció que el país dejará temporalmente de exportar energía eléctrica desde este martes para «estabilizar su propio sistema energético».

El operador de electricidad que suministra energía a la capital, DTEK, informó que «a partir del martes» habrá cortes habituales, debido a la falta de energía por los ataques del lunes.

Los nuevos ataques representan una «señal de debilidad», ya que las tropas rusas están siendo derrotadas, aseguró este martes el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el noruego Jens Stoltenberg.

«Creo que lo que vimos ayer es en realidad una señal de debilidad, porque la realidad es que (las tropas rusas) no pueden avanzar en el campo de batalla. Rusia en realidad está perdiendo el campo de batalla», dijo Stoltenberg.

 

Según el servicio estatal para las situaciones de emergencias, un nuevo bombardeo ruso impactó en Zaporiyia (sur), bajo control parcial de Ucrania y objeto de ataques de Moscú desde hace semanas, y causó al menos un muerto.

Los misiles alcanzaron una escuela, un centro médico y una residencia en Zaporiyia, dijo el secretario del consejo de la ciudad, Anatoly Kurtev, en redes sociales.

La misma fuente dijo que 12 misiles S-300 se estrellaron contra instalaciones públicas, provocando un gran incendio en el área.

El S-300 se diseñó originalmente como un misil tierra-aire de largo alcance. Rusia ha recurrido cada vez más al uso de versiones reutilizadas del arma para atacar objetivos en el terreno.

Las advertencias de ataques aéreos de la mañana del martes se extendieron por todo el país, enviando a algunos residentes de vuelta a los refugios después de meses de relativa calma en la capital y otras tantas ciudades.

Esa calma anterior había llevado a muchos ucranianos a ignorar las sirenas regulares, pero los ataques del lunes volvieron a causar pánico en la población.

 

 

El primer ministro ucraniano, Denis Shimhal, admitió que 11 infraestructuras importantes resultaron dañadas en ocho regiones, además de la capital.

El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó haber atacado con armas de largo alcance las instalaciones del sistema de mando militar, comunicaciones y sector energético en varias ciudades de Ucrania.

Kazajistán y Uzbekistán reaccionaron rápidamente al cambio de escenario bélico en Ucrania y ordenaron a sus compatriotas que abandonen el país, mientras analizan la posibilidad de desalojar sus embajadas en Kiev, consignó la agencia de noticias Sputnik.

El viceministro de Exteriores ruso, Serguei Riabkov, advirtió que la creciente implicancia de los países de Occidente en el conflicto armado en Ucrania implica el riesgo de una escalada sin control, y amenazó con «contramedidas asimétricas».

«Un conflicto directo con EEUU y la OTAN no está en el interés de Rusia, obviamente. Es una advertencia y esperamos que en Washington y otras capitales occidentales se den cuenta de lo peligrosa que es una escalada sin control», señaló Riabkov en una entrevista con Sputnik.

 

 

«Rusia se verá obligada a tomar contramedidas pertinentes, particularmente, de carácter asimétrico», concluyó Riabkov.

Frente a la escalada de los ataques, Turquía pidió este martes a Rusia y Ucrania un cese del fuego, antes de un encuentro previsto esta semana en Kazajistán entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y Putin.

Turquía -que es miembro de la OTAN- ha mantenido un papel neutral y ha conservado buenas relaciones con sus dos vecinos del mar Negro durante el conflicto.

Como mediador jugó un rol clave en el intercambio de prisioneros en septiembre entre Rusia y Ucrania, así como en el acuerdo concluido en julio, bajo el patrocinio de la ONU, para permitir la exportación de granos ucranianos por el mar Negro.

Por otra parte, 19 civiles resultaron heridos y uno murió en las últimas 24 horas por ataques del Ejército ucraniano en la provincia rusoparlante de Donetsk, reprodujo Sputnik.

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