Preocupación en el departamento por la atención a la niñez y adolescencia ante los despidos en el Copnaf

El día miércoles 27 de marzo, en concordancia con la oleada de despidos que se sufrieron a lo largo y ancho del país, en la Coordinación Uruguay del CoPNAF (Consejo provincial del niño, el adolescente y la familia) fueron notificadas dos profesionales, a quienes por orden del organismo central, no se les renovó el vínculo laboral.

Estas notificaciones se realizaron mediante mensajes de texto, a última hora de la jornada laboral, y todo ello previo a un fin de semana largo. No solo se trata de una decisión política que afectara directamente sobre el funcionamiento y el rol del equipo de trabajo, y en consecuencia  lógica, a la población que se atiende, sino que se trata de una decisión llevada a cabo de una  forma totalmente deshumanizante.

Cabe destacar que el equipo técnico de la Coordinación CoPNAF Uruguay aborda un cúmulo de situaciones que involucra vulneraciones de derechos de infancias y adolescencias en todo el Departamento Uruguay, difícil de dimensionar no solo en lo cuantitativo sino fundamentalmente en lo cualitativo, el cual quedó reducido a siete (7) profesionales de los equipos técnicos que abordan las situaciones, una (1) promotora de derechos y dos (2) administrativos. Cabe aclarar que además de no ser notificadas por su responsable inmediato como la ley ordena, tampoco hasta el momento han tenido acceso a sus evaluaciones, lo cual es un derecho primordial de los trabajadores.

Lejos de lo que se escucha en el discurso público libertario, en la Coordinación CoPNAF Uruguay  no sobra ningún/a trabajador/ra, y mucho menos, existe  lo que vulgarmente se llama “ñoquis”. El personal del CoPNAF  no sólo cumple debidamente su trabajo, sino que en general la demanda de la tarea requiere realizar horas extras,  cubrir  Guardias Permanentes (servicio que también requiere la realización de horas que no son remuneradas),  y a ello debe sumarse la responsabilidad emocional que se imprime en cada situación que se aborda. Asimismo se trata de un personal que se encuentra en permanente formación y capacitándose de forma sistemática para cumplir, justamente, con su labor.

En el caso de las profesionales cesanteadas se trata de personal que viene cumpliendo funciones,  en un caso desde hace 5 años, y en otro más de 2 años de antigüedad, cubriendo ambas cargos vacantes, sin que se les haya otorgado la estabilidad a pesar del tiempo transcurrido. Desde este equipo de trabajo se considera fundamental contar con la totalidad del personal que lo compone como elemento esencial para garantizar el adecuado funcionamiento del organismo.