El Centro Cultural JJ Urquiza condena una vez más el brutal atentado a la AMIA sufrido el día 18/07/1994, ataque que truncó la vida de 85 personas, destrozó familias argentinas, destruyó libros y símbolos de la cultura judía y esparció el terror y la incertidumbre en la sociedad de nuestro país.
Esta brutal agresión puso en evidencia la debilidad institucional. La falta de medios tecnológicos y personal capacitado dejó en evidencia que nuestra inteligencia no consideraba al atentado como una posibilidad, a pesar del ataque contra la Embajada de Israel, perpetrado dos años antes.
Ingenuidad, encubrimientos, corrupción policial, pruebas endebles y pactos espurios se unieron al asesinato del fiscal Nisman y generaron un resultado macabro.
Los hechos se encuentran demostrados, como lo sostiene el tribunal de Casación Penal que acredita que los terroristas respondieron a un designio político y estratégico de la República Islámica de Irán, y que ambos atentados fueron ejecutados por la organización terrorista Hezbollah, conclusión inevitable del análisis de la prueba reunida.
Por su parte la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a la Argentina y ordenó indemnizar a los pocos familiares que se presentaron, considerando que no se previno el ataque ni se realizó una investigación eficaz.
No obstante ello permanece impune la responsabilidad del Estado de Irán y los funcionarios responsables que también se encuentran identificados, posibilitando un juicio en ausencia de los mismos. Incluso se desvió la investigación y ayudó a que los verdaderos responsables quedaran impunes.
Tales hechos encubrieron en realidad el atentado terrorista, no obstante ello, el gobierno argentino firmó el 27 de enero de 2013 un vergonzoso Memorándum de Entendimiento con Irán, el que fue ratificado por decisión del Poder legislativo de nuestro país.
El Senado lo hizo en fecha 21 de febrero de 2013 por 39 votos a favor y 31 en contra. La Cámara de Diputados el 27 de febrero de 2013, lo aprobó por 131 votos a favor y 113 en contra. De esta manera el memorándum quedó convertido en ley nacional. Ese mismo día hubo una marcha de protesta frente al Congreso.
Finalmente, el presidente de Irán firmó el memorándum en fecha 19 de mayo de 2013 pero no lo envió al Congreso de su país.
El gobierno argentino considero como un hecho histórico el acuerdo celebrado en Etiopia, respecto a los hechos que impedían avanzar en las investigaciones.
El propio canciller argentino reconoció en el año 2014 que Irán no hacía nada por avanzar con el acuerdo y dudó de que los que critican el Memorándum en Argentina quieran que se haga justicia.
El mismo año la AMIA y la DAIA solicitaron a la presidenta la derogación del acuerdo. Pero el Memorándum fracasó no por obra del gobierno argentino sino por la falta de interés del gobierno iraní en cumplir el acuerdo.
En abril de 2014 Argentina todavía no había tenido ninguna respuesta de Irán para darle curso a la Comisión de la Verdad que estaba prevista en el memorándum y era la parte más importante del tratado.
La principal preocupación de las entidades judías era que como consecuencia del acuerdo la argentina levantara los pedidos de captura internacional emitidos por Interpol.
Por todo ello, es nuestro deseo que este 18 de julio no transcurra como ha sucedido hasta ahora, y que constituya un punto de inflexión a partir del cual se reinicie la investigación, sin compromisos ni complicidades. La Argentina debe devolverles a sus ciudadanos la confianza en el Estado de derecho y al mundo, darle señales seguras de poder creer en nuestras instituciones. Solo así se recuperará el respeto por nuestro país.
Por último, sobre este tema recomiendo la lectura del comunicado de la Entidad “Profesores Republicanos”, emitido el día de la fecha, sobre el cual me he basado y que arroja una luz de esperanza sobre las futuras investigaciones.
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