Con Libros en concierto, propuesta que reúne música y textos de su autoría, Beto Corradini regresa a Paraná. El compositor bonaerense compartirá el reencuentro con el público local el próximo miércoles a las 20 en la Biblioteca Provincial de Entre Ríos.
REDACCION EL DIARIO
“La palabra es hilvanando”. Con esa frase Mario ´Beto´ Corradini marca la tónica de un espectáculo en que conjuga dos pasiones: la música y la escritura. Se trata de Libros en concierto, propuesta artística que el creador presentará el miércoles a las 20 en la Biblioteca Provincial de Entre Ríos (Alameda de la Federación 278).
“Rescato la palabra hilvanar por lo que hago es una costura entre dos géneros, que son un universo en sí mismas: la musica y la literatura”, contó el compositor a EL DIARIO.
El espectáculo marcará el reencuentro del músico con el público local, tras un prolongado paréntesis. Acompañado por su inseparable compañera de andanzas, la guitarra, Beto cantará temas, leerá textos y los justificará con la charla.
Lo hará con esta conjunción de escritos que reunió en varios libros -disponibles para la venta en la velada- y canciones vinculadas a esa páginas. “No es muy dificil asociar”, puntualizó el guitarrista, ya que “el hilo conductor que hilvana a todos es la música como herramienta de la búsqueda personal de la verdad y la belleza”.
En esa búsqueda “te podés perder en dos calles anchas: la técnica que te la enseña los maestros en los conservatorios; la otra es la parte del sentido, que no puede ser otro que trascienda al mismo buscador”.
Esa búsqueda ha llevado a Corradini por distintas latitudes y por rumbos intelectuales interdisciplinarios en los que se conjugan diversos campos del conocimiento. Uno de ellos lo sintetizó en Biomusica, libro que expone las bases de una herramienta que usa el sonido para incidir sobre la emocionalidad. “Es un trabajo que comencé hace 35 años cuando migré a Italia”, puntualizó. “Allí comencè a trabajar con chicos con problemas de adicción. Además de cantar comencé a ver que algunas combinaciones de sonido provocaban distintas cosas en la gente. Empecé a estudiar otras fuentes y me recibí de musicoterapeuta”.
En el volumen, Corradini plantea “ que se puede usar la música para el desarrollo personal; no solo para relajarse, para estar bien, sino que hay elementos musicales que están absolutamente enganchados en la memoria y que si se pulsa el resorte justo pueden aparecer cosas muy importante que explican el sentido de por qué uno está donde está”.
Otros dos títulos que concibió el músico -y que compartirá a través de textos en Paraná- son El buscador y El encontrador.
“Estos dos tambièn tienen que ver con el anterior, pero en este caso vamos un poco más a la filosofía. Lo que buscamos todos, aunque no lo sepamos es descubrir quienes somos y qué hacemos en este planeta”. Algunas claves para reflexionar sobre ellas están en esos volúmenes.
DOCENCIA Y LITERATURA
En La música explicada a un marciano el guitarrista presenta un cuento que explica en modo de relato – pregunta respuesta- cuales son los elementos musicales y halla que el centro del fenómeno musical es la persona. “Esto se llama concepto antropocéntrico de la música, es decir que todo lo que conocemos como ritmo pulsación acento, acorde, melodía nace del cuerpo humano -ya sea lo físico como lo emocional- Es una teoría que los marcianos comprenden pero no los profesores de conservatorios”, dice el artista apelando al humor con que plantea el argumento del relato.
Otro de los libros que mostrará el miércoles es La música en el fin del mundo. Aquí el argumento es muy simple: los personajes protagonistas son dos músicos que se encuentran en una pensión de Buenos Aires. Uno anarquista y otro religioso y muy creyente. Se ven obligados a pesar de su diferencia a hacer una gira juntos que los lleva resbalando por la patagonia hacia el fin del mundo. “Es una novela y estoy muy contento por las devoluciones que me han hecho los lectores, ha gustado mucho”, confió el autor a EL DIARIO.
Finalmente en 40 historias que jamás conté Beto incursiona en prosa poética, “una poesía prosaica, con historias personales, del barrio, y también historias sobre el amor y otros malentendidos”
APRENDIZAJES
“Como músico, el camino actual me lleva a reconocerme en lo que uno hizo todo el tiempo”, desliza el creador. Y acepta que “si hubiese tenido más tiempo hubiese hecho todavía más”. Desde ese enfoque vital y existencial, reconoce que “no se puede parar la máquina”. Y se ríe, complacido. “La verdad es que eso ya lo acepté” y a la vez “creo que lo mejor es reconocer que lo que para cada uno puede ser interesante para poder desarrollarse”.
Como a todas las personas que quisieron sintetizar las experiencias que dejó la pandemia, Beto asegura que le dejó “una enseñanza muy sencilla, la misma que nos dejó a muchos: lo que verdaderamente vale, lo primordial, son los afectos que nos mantienen y que son pocos, muy pocos”.
“Si uno está bien con ese poco y está sereno puede resistir muchas otras cosas”, explica el artista. Y concluye: “los de una cierta edad que hemos resistido a gobiernos militares, hiperinflación, y ahora pandemia estamos vacunados de espanto y eso nos hace resistentes. Creo que eso está ligado a la resiliencia, que creo que es una característica que define a los argentinos”.
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