Una especialista de la UNER pondera el valor social e individual de la vacuna como tal y subraya el enorme aporte que hacen los padres al proteger de esta manera a sus hijos.
Redacción / El Diario
La intervención de la docente universitaria se produce mientras los grupos antivacunas, pequeños pero muy activos en las redes sociales, aprovechan el avance del coronavirus para contagiar los espíritus dubitativos con su prédica.
La campaña antivacunas en el mundo comenzó en 1998 a raíz de la publicación de un artículo que relacionaba la aplicación de la vacuna triple viral con el autismo. Aunque esa información fue desmentida y considerada fraudulenta, el mito persistió y persiste hasta la actualidad.
Sectarios, minúsculos pero muy activos a la hora de sembrar el pánico, los movimientos antivacunas han propiciado que enfermedades como el sarampión, erradicada en América en septiembre de 2016 regresen con casos en países como Venezuela, Argentina, Canadá, Chile y México y en Europa en Grecia, Croacia e Italia.
Las enfermedades que han proliferado en el mundo por efecto de las antivacunas son el sarampión, poliomielitis y difteria. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año mueren 1.5 millones de niños en el mundo por enfermedades que pudieron evitarse con una vacuna.
Ahora sucedió algo parecido con un video que fue retirado por apócrifo, en el que se aseguraba que la vacuna contra el coronavirus en realidad provocaría una pérdida millonaria de vidas. Por eso, la Organización Mundial de la Salud ha remarcado que los llamados movimientos antivacunas representan una importante amenaza para la salud. En este sentido, es esencial subrayar la importancia de la vacunación para la vida en comunidad.
LA SALUD
La licenciada en Enfermería y docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNER, Gladys Arosio, explicó la importancia que tiene la vacunación dentro de las políticas públicas de un país y el impacto a nivel mundial. “La OMS dentro de sus recomendaciones para la promoción de la salud y prevención de la enfermedad cita dos ejes puntuales que tienen que ver con el acceso al agua potable, en todas las poblaciones, y a la vacunación”, dijo, al añadir que “esta ha sido en el mundo una medida que ha logrado erradicar enfermedades como la viruela”.
Según publica el sitio UNER Noticias, la especialista aseguró que “ahora nos encontramos en una de las etapas para erradicar la polio”, no sin aportar que “el tener las vacunas, además de que sea de manera gratuita como en nuestro país, representa que miles y miles de personas no enferman y no mueran a causa de enfermedades que se puedan prevenir”.
Fue entonces cuando la profesional de la salud se refirió a los movimientos antivacunas. “Si bien es un grupo pequeño, tiene fuerza por la manera en que opera”, señaló, al añadir que esa campaña opera “incluso sobre personas que están indecisas y que por ahí no tienen una postura definida al respecto”. La entrevistada insistió en que “para poder lograr que haya un real control sobre las enfermedades, que se pueden prevenir por vacunación, se estima que se necesita un porcentaje mayor al 95%”.
En ese sentido, se refirió a las consecuencias sobre el accionar de estos colectivos. “Que actualmente estos grupos comiencen a expresar su disconformidad o intentar convencer a aquellos que no se han decidido, provocaría en primera instancia bajar las coberturas”, indicó, al añadir que “esto implica exponernos a sufrir enfermedades que ya creíamos controladas o que representarían secuelas a la población”. Para Arosio, “tenemos el derecho a ser vacunados y el Estado debe garantizar ese derecho”. Se manifestó de esta forma al subrayar que “el calendario de vacunación tan amplio como tenemos en nuestro país, nos atraviesa en todo nuestro ciclo vital y en cualquier contexto en el que se encuentre la persona, ya sea que viva en un asentamiento o en un edificio a dos cuadras de la plaza”. Insistió en que “es igual para todos y atraviesa distintas etapas de la vida, por eso decimos que se tratan de políticas públicas para toda la población y son un derecho”.
EJEMPLOS
A modo de ejemplo, Arosio comentó: “Una mujer gestante a partir de la semana 20 debe recibir una vacuna que se llama triple bacteriana acelular. Esta va a generar anticuerpos, es decir defensas contra difteria, tétano y tos convulsa. Cuando nazca el bebé, recibirá la primera vacuna contra la tos convulsa a los dos meses. Durante todo ese período, ese niño va a estar protegido con los anticuerpos maternos. Cuando esta mujer no se vacuna porque decidió no recibir la vacuna, es decir renunció al derecho que tenemos como ciudadanos a ser vacunados y a la obligación del Estado a garantizarnos la vacuna, entonces ese bebé durante los dos primeros meses está expuesto a tener tos convulsa. Si bien hasta el momento no se han conocido casos en la provincia, hace unos años se han presentado estas situaciones de niños con diagnóstico de tos convulsa y el antecedente de vacunación no estaba registrado. La situación de un niño con tos convulsa es desesperante porque no puede respirar, lucha por vivir”.
Uno de los argumentos que suelen presentar desde los antivacunas es que “es mejor inmunizarse padeciendo la enfermedad que a través de las vacunas». Ante eso, la docente de FCS resaltó que “sería bueno preguntarles entonces qué sucede cuando la enfermedad no te da tiempo de generar anticuerpos porque directamente nos mata”. Después acotó que “es muy raro ese planteamiento”, no sin señalar que “en la mayoría de los argumentos que exponen o lo que está publicado de investigadores que estudiaron el fin de estos movimientos se detecta la escasez de rigor científico: se basan en ‘la naturaleza es sabia’, ‘la naturaleza nos cuida’, ‘es mejor tener sarampión y generar los anticuerpos”.
Objetivos
La especialista también sostuvo que “las vacunas apuntan principalmente a prevenir los casos graves de la enfermedad y las complicaciones. Un sarampión no es solamente un niño con manchas en la piel o el triple catarro, lo grave son las complicaciones, son las sepsis, las meningitis generadas a partir de ese cuadro primario. Contra eso un niño no puede batallar”.
En respuesta a una interrogante, Arosio comentó que, en la FCS, la importancia de la vacunación es algo presente en todas las carreras. “Creo que como ente formador al tener diversidad de carreras lo trabajamos en varias. Más fuertemente donde es una competencia directa del profesional. Los enfermeros somos quienes lo ejecutamos, en el caso de Medicina se trabaja la cuestión de la indicación, el cuándo y lo que se previene desde otro abordaje epistemológico. Es una facultad donde defendemos la vacunación, apuntamos y trabajamos en enseñar y promover, dar a conocer los beneficios que tiene el poder recibir las vacunas”.
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